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En un entorno de recuperación económica incierta es esencial generar confianza

 

16/09/2020 - 

Vea el webcast de la conferencia de prensa

 

En las Perspectivas Económicas Provisionales de la OCDE se señala que la pandemia de COVID-19 continúa suponiendo una amenaza para el empleo, las empresas, la salud y el bienestar de millones de personas y, por lo tanto, en ese entorno de incertidumbre excepcional, generar confianza será esencial para asegurar la recuperación y la adaptación de las economías.

Después de un desplome sin precedentes en el primer semestre del año, la producción económica se recuperó con rapidez tras el relajamiento de las medidas de contención y la reapertura inicial de las empresas, pero la recuperación ha perdido dinamismo más recientemente. Según se observa en el informe, es probable que las nuevas restricciones impuestas en algunos países para frenar el repunte del virus hayan ralentizado el crecimiento.

La incertidumbre sigue siendo elevada y la fortaleza de la recuperación varía notablemente en función de los países y los sectores empresariales. Las perspectivas de un crecimiento económico inclusivo, resiliente y sostenible dependerán de varios factores, como la probabilidad de que se produzcan nuevos brotes del virus, el grado de cumplimiento de las medidas sanitarias y de las restricciones, la confianza de consumidores y empresas, y la medida en que las ayudas públicas dirigidas a conservar empleos y apoyar a empresas logren impulsar la demanda.

Las Perspectivas Económicas Provisionales prevén una caída del PIB mundial del 4½ % este año, antes de repuntar un 5 % en 2021. Las previsiones son menos negativas que las de las Perspectivas económicas de junio de la OCDE, debido principalmente a unos resultados mejores de los previstos para China y los Estados Unidos en el primer semestre de este año y a una respuesta masiva de los gobiernos. Sin embargo, en muchos países, la producción a finales de 2021 todavía se situará por debajo de los niveles de finales de 2019 y bastante por debajo de lo previsto con anterioridad a la pandemia.

© OECDSi la amenaza del COVID-19 se disipa más rápido de lo esperado, el aumento de la confianza de empresas y consumidores podría impulsar la actividad mundial en 2021 de manera considerable. Por el contrario, un repunte del virus de mayor intensidad o unos confinamientos más estrictos podrían reducir el crecimiento mundial entre 2 y 3 puntos porcentuales en 2021, aumentar aún más el desempleo y prolongar el período de debilidad de la inversión.

En la presentación de las Perspectivas Económicas Provisionales, que comprenden las economías del G20, Laurence Boone, economista jefe de la OCDE, dijo: «El mundo se enfrenta a una grave crisis sanitaria y a la mayor desaceleración económica desde la Segunda Guerra Mundial. Lamentablemente todavía no se vislumbra el final, pero las autoridades pueden ayudar a generar confianza de innumerables maneras.»

La economista jefe añadió: «Es importante que los gobiernos no cometan el error de endurecer la política fiscal demasiado pronto como ocurrió tras la última crisis financiera. Si no se mantienen las ayudas públicas, las quiebras y el desempleo podrían aumentar más rápido que lo que las circunstancias podrían justificar y repercutir en los medios de subsistencia durante los próximos años. Las autoridades tienen la oportunidad única de implementar planes de recuperación verdaderamente sostenibles que reactiven la economía y que generen inversión en la tan necesaria digitalización de las pequeñas y medianas empresas y en infraestructura, transporte y vivienda ecológicos para reconstruir una economía más eficiente y sostenible.»

En el informe se advierte que muchas de las empresas de los sectores de servicios más afectados por los confinamientos, como el transporte, el ocio y el entretenimiento, podrían declararse insolventes si no se recupera la demanda, lo que provocaría la pérdida de empleos a gran escala. Asimismo, es probable que el aumento del desempleo agrave el riesgo de pobreza y carencias de millones de trabajadores informales, en particular en las economías emergentes.

En muchos países, la rápida reacción de las autoridades para amortiguar el impacto inicial en ingresos y empleo evitó una mayor caída de la producción. Según se señala en las Perspectivas provisionales, es esencial que los gobiernos no cometan los mismos errores que en anteriores recesiones, sino que continúen prestando apoyo fiscal, financiero y de otro tipo en la fase actual de la recuperación y durante 2021. Dichas medidas deben ser lo suficientemente flexibles para adaptarse a las condiciones cambiantes y ser más específicas.

El mantenimiento de las ayudas públicas tiene que estar cada vez más supeditado a objetivos medioambientales, económicos y sociales más amplios. Una mejor orientación del apoyo hacia donde más se necesita mejorará especialmente las perspectivas de los desempleados y de las personas poco cualificadas —grupos que con demasiada frecuencia pierden la oportunidad de formarse—, y de los jóvenes. En el informe se reconoce que se ha de lograr el equilibrio entre la prestación de apoyo inmediato para potenciar la recuperación y para animar a los trabajadores y las empresas de los sectores más afectados a dedicarse a actividades más prometedoras.

Asimismo, hay que centrar el apoyo en empresas viables, prescindiendo de la capitalización de deuda para ayudarlas a invertir en digitalización y en los productos y los servicios que nuestra sociedad necesitará en el futuro. Se han de dedicar muchos más esfuerzos a la lucha contra el cambio climático en los planes de recuperación y, en particular, se ha de supeditar el apoyo a una mayor inversión en energía, infraestructura, transporte y vivienda sostenibles.

Al mismo tiempo, y dado que el virus continúa propagándose, la inversión en profesionales y sistemas sanitarios debe seguir siendo prioritaria. Según la OCDE, la cooperación y coordinación a nivel mundial son esenciales ya que se necesitarán más fondos y esfuerzos multilaterales para garantizar la rápida distribución de vacunas y tratamientos asequibles en todos los países, cuando se disponga de ellos.

Después de la presentación de las Perspectivas Económicas Provisionales tuvo lugar una Mesa Redonda de Ministros de la OCDE en la que el Secretario General, Angel Gurría, pidió a los países que dieran un paso más en la ecologización de los paquetes de estímulos anunciados para afrontar el impacto de la crisis del COVID-19, a fin de impulsar un crecimiento económico sostenible, inclusivo y resiliente y aumentar el bienestar.

El Secretario General añadió: «El cambio climático y la pérdida de biodiversidad son las próximas crisis a la vuelta de la esquina y se nos está agotando el tiempo para afrontarlas. Las medidas de recuperación ecológicas son una opción beneficiosa desde todos los puntos de vista, ya que pueden mejorar los resultados medioambientales al tiempo que impulsan la actividad económica y aumentan el bienestar para todos.»

Para leer el informe completo y obtener más información, visite la página web sobre las Perspectivas Económicas Provisionales. Se pueden consultar otras respuestas estratégicas de la OCDE a la pandemia en la plataform sobre el COVID-19.

Las consultas de los medios de comunicación deben dirigirse a la Oficina de Medios de la OCDE (tel.: +33 1 4524 9700).

 

La OCDE es un foro de política global que colabora con más de 100 países y promueve políticas para mejorar el bienestar económico y social de las personas en todo el mundo.

 

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