MENSAJES CLAVE
- El OSITRAN tiene un mandato único en comparación con otros organismos reguladores peruanos, así como a nivel internacional, con la responsabilidad de supervisar la inversión privada en la infraestructura de transporte de uso público en el Perú. En concreto, esto significa supervisar el cumplimiento con las obligaciones de contratos de concesión otorgados por el Estado para proyectos de infraestructura de transporte. La cartera de OSITRAN ha crecido de 3.100 millones de dólares de los EE.UU. (2006) a 15.200 millones de dólares de los EE.UU. (2018) y abarca una amplia gama de proyectos de carreteras, ferrocarriles, puertos y vías navegables interiores.
- Al igual que muchas entidades públicas, OSITRAN opera en un entorno sumamente complejo vinculado en parte a la erosión de la confianza en las instituciones públicas. El liderazgo del regulador ha puesto en marcha una serie de medidas para hacer frente a la necesidad de reconstruir la confianza a nivel interno y con los actores interesados. Para lograr que estas iniciativas rindan frutos, tendrán que establecerse metas muy altas que ayuden a restablecer con éxito la identidad y la cultura interna del regulador y a fomentar una relación basada en la confianza, la previsibilidad y la estabilidad con todos los actores interesados.
- Los esfuerzos por alcanzar estos objetivos se verán reforzados al abordar otras àreas de la gobernanza y del desempeño del regulador, como la definición de un enfoque estratégico claro basado en les resultados deseados para el sector y la sociedad, la consolidación de las iniciativas de integridad del regulador en marcha bajo un solo marco, la estandarización continua de los criterios en la aplicación de la ley, la supervisión y la fiscalización, y el desarrollo de indicadores centrados en los resultados para supervisar la implementación del programa de trabajo de OSITRAN.
- La madurez institucional de los reguladores del Perú en general brinda la oportunidad de alcanzar estas metas y puede también ofrecer la oportunidad de dirigir con el ejemplo en el seno de la administración pública peruana. Asimismo, algunos desafíos se comparten entre los reguladores y pueden abordarse mejor de manera conjunta; por ejemplo, aclarar el impacto de la autonomía limitada y las limitaciones fiscales en los recursos del regulador y asegurar la alineación del mandato y la estructura de los Consejos de Administración. El OSITRAN también tiene buenas prácticas que compartir, como en el ámbito de la participación de los actores interesados a través de sus Consejos de Usuarios y su utilización de buenas prácticas regulatorias.
REFERENCIAS
- OECD (2017), Creating a Culture of Independence: Practical Guidance against Undue Influence, Brochure
- OECD (2014), OECD Best Practice Principles for Regulatory Policy: The Governance of Regulators, OECD Publishing, Paris
- OECD (2014), OECD Framework for Regulatory Policy Evaluation, OECD Publishing, Paris
- OECD (2012), Recommendation of the Council on Regulatory Policy and Governance, OECD, Paris
- Network of Economic Regulators
- Performance of Regulators
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