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Es necesario que los gobiernos, órganos reguladores y empresas realicen más esfuerzos para liberar todo el potencial de las finanzas sostenibles, señala la OCDE.

 

29-10-2020.- Los gobiernos y órganos reguladores deben trabajar juntos urgentemente para mejorar los datos que se utilizan en las inversiones ambientales, sociales y de gobernanza (ASG), según un nuevo informe de la OCDE.

 Perspectivas de Negocios y Financieras de la OCDE 2020 (OECD Business and Finance Outlook 2020) afirma que las inversiones en estos rubros (ASG) han crecido de manera constante en los últimos años, con la proliferación de calificaciones, índices y otros productos financieros ASG para satisfacer la demanda.

 Sin embargo, los operadores del mercado en general siguen careciendo de los datos pertinentes, comparables y verificables en materia de ASG que necesitan para llevar a cabo correctamente la debida diligencia, gestión de riesgos, medición de resultados y alinear las inversiones con un valor sostenible a largo plazo.

 “Las finanzas tienen un papel fundamental que desempeñar para garantizar una recuperación verdaderamente viable de la crisis del COVID-19 que creará empleos más ecológicos y mejores, aumentará los ingresos e inducirá un crecimiento más sostenible y resistente”, afirmó Angel Gurría, Secretario General de la OCDE. “Pero las finanzas solo pueden producir mejores resultados ambientales, sociales o de gobernanza si los inversionistas tienen las herramientas y la información que necesitan.”

Perspectivas destaca algunos desafíos con las actuales estrategias de financiamiento e inversión para fines ambientales, sociales y de gobernanza que deben corregirse para apoyar a los mercados a reconstruir mejor. Será fundamental que los órganos reguladores y los responsables de la formulación de políticas colaboren de manera estrecha con la industria, incluso con inversionistas y prestamistas institucionales, calificadoras y proveedores de índices, así como con organismos internacionales de normalización.

Las diferentes metodologías utilizadas varían en alcance y suelen tener menor transparencia, con pocos indicadores generalmente aceptados, coherentes, comparables y verificables que sustenten las evaluaciones. En la práctica, esto significa que una empresa podría lograr una puntuación ASG alta de un prestador de servicios y una mucho más baja de otro.

Esta fragmentación y falta de comparabilidad significa que los inversionistas no pueden evaluar adecuadamente el rendimiento de las empresas en cuanto a los objetivos de inversión relacionados con los rubros ASG, como limitar la exposición a las emisiones de carbono. Esto indica que no se puede confiar en las prácticas actuales para gestionar los riesgos de la transición climática e integrar aspectos ecológicos en el sistema financiero, en una época en que éstas son prioridades cada vez más importantes para los inversionistas y responsables de la formulación de políticas por igual.

Los marcos de ASG fragmentados y requisitos de divulgación contradictorios también significan que tanto los inversionistas institucionales como las empresas no pueden comunicar adecuadamente a los beneficiarios y accionistas las decisiones, estrategias y criterios de rendimiento relacionados con los rubros ASG. A su vez, esto dificulta que esos beneficiarios evalúen cómo se utilizan sus ahorros y que las empresas capten financiamiento a un costo competitivo que considere plenamente los factores ASG.  

Los supervisores del mercado tienen un papel toral que desempeñar al fomentar una mayor pertinencia y claridad en los sistemas de presentación de informes para divulgación en los rubros ASG. Esto incluye transparencia sobre cómo se calculan, ponderan e interpretan los indicadores en las evaluaciones del desempeño ambiental, social y de gobernanza.  

Lo más urgente, según  Perspectivas, es elaborar un conjunto común de principios y directrices mundiales para obtener datos coherentes, comparables y verificables en los rubros ASG.  

El informe también destaca otras prioridades para estimular la inversión en rubros ambientales, sociales y de gobernanza. Estas incluyen instituir directrices que permitan a los bancos ampliar la integración de los rubros ASG y la debida diligencia en sus préstamos; el papel que debe desempeñar la propiedad de las empresas estatales para impulsar mejores resultados en los rubros ASG; y garantizar que los fiduciarios —como los administradores de activos y consejos de las empresas— gestionen mejor los riesgos ambientales, sociales y de gobernanza importantes, incluso cuando las inversiones estén expuestas a riesgos de sostenibilidad a más largo plazo, como es el caso de financiamiento para infraestructura.

También publicado hoy por el equipo de Nuevas Tácticas para los Desafíos Económicos (NAEC) de la OCDE The Financial System, reúne a diversos expertos para analizar cómo mejorar la resiliencia financiera.

Para mayor información, se invita a los periodistas a comunicarse con Spencer Wilson, del Departamento de Medios de la OCDE (+33 1 45 24 97, 00).

 

 

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