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Visita oficial a Chile - Lanzamiento de la Publicación "Mejores Políticas para el Desarrollo: Perspectivas OCDE sobre Chile"

 

Palabras de Angel Gurría,
Secretario General de la OCDE

 

04 de abril de 2011
Santiago de Chile

 

Ministro Larraín, Señoras y Señores:

 

Es para mí un gran placer estar en Chile de nuevo. Esta es mi primera visita a este país desde su ingreso a la OCDE, en mayo de 2010; una adhesión muy oportuna, podría añadir, ya que nos permite celebrar juntos el 50vo aniversario de esta Organización y trabajar codo a codo en la construcción de los próximos 50 años.

 

Tener a Chile entre sus países miembros es un hecho de gran relevancia para la OCDE. Chile es un país joven y dinámico, con experiencias muy útiles y enfoques políticos sumamente interesantes. Como primer país sudamericano y segundo latinoamericano de la OCDE, Chile le da a nuestra organización un contenido renovador, una mayor sensibilidad al desarrollo y una globalidad creciente.

 

La incorporación de Chile a la OCDE es testimonio de la extraordinaria transformación económica y social experimentada por este país en las últimas dos décadas. Los países miembros de la OCDE tienen que aprender de sus prácticas y planteamientos políticos. Pero también, con 50 años de experiencia y conocimiento, la OCDE tiene mucho que ofrecerle al esfuerzo chileno por mejorar sus políticas públicas.

 

La publicación que hoy lanzamos, que decidimos titular en español “Mejores Políticas para el Desarrollo: Perspectivas OCDE sobre Chile”, les dará una idea del tipo de ayuda que puede proporcionar nuestra Organización. Quiero hablarles un poco sobre este estudio.

 

Mantener el Impulso: el Nuevo Desafío

 

La versión en inglés de esta publicación se titula "Maintaining Momentum”. Este título no es casual. Chile se ha desempeñado de forma muy sólida durante un período considerable. La calidad de sus instituciones, la solidez de su marco macroeconómico, así como las medidas que ha tomado para liberalizar el comercio, aumentar la inversión y reforzar las políticas sociales, han dado frutos importantes, resultando en una mejora considerable de los niveles de vida de la población.

 

Ahora el desafío consiste en mantener ese impulso, prolongar los efectos de las reformas estructurales y mejorar aún más el bienestar de la los chilenos. Sin menospreciar los logros del pasado, todavía hay mucho que hacer. El ingreso per cápita de Chile sigue estando muy por debajo de la media de la OCDE, mientras la desigualdad y la pobreza siguen siendo altas.

 

El Gobierno del presidente Piñera ya ha empezado a abordar estos desafíos. Los objetivos del Gobierno de lograr cada año un 6% de crecimiento económico, alcanzar para el año 2018 el nivel de ingresos de un país desarrollado y erradicar la pobreza, constituyen una ruta de vuelo ideal. La OCDE brindará todo su apoyo a Chile en la consecución de estos objetivos tan ambiciosos.

 

El presente estudio contribuye con nuestras primeras recomendaciones. Es un estudio que ofrece una perspectiva integral, basada en la experiencia de nuestros países miembros, sobre los campos en los que Chile puede mejorar. Aborda desde las políticas macroeconómicas, hasta las reformas estructurales; desde el fomento del crecimiento potencial, hasta la promoción de la igualdad y el crecimiento verde.

Permítanme compartir con ustedes algunas de las principales conclusiones y recomendaciones de este libro.


1. Crecimiento sin Inflación: Un Equilibrio Fundamental

 

Comencemos por el crecimiento. Chile ha resistido con gran fortaleza los embates de la recesión mundial y los desastres naturales del año pasado. Este éxito se debe en gran parte a sus excelentes políticas macroeconómicas y a su gestión responsable de las crisis. El principal desafío ahora consiste en lograr una recuperación sólida, manteniendo al mismo tiempo la estabilidad de precios.

 

Se trata de un equilibrio difícil de lograr: en los próximos meses, la fuerte demanda interna (derivada de los gastos de reconstrucción y el incremento de los precios internacionales de los productos básicos) amenazan con avivar la inflación. El gobierno debe seguir retirando el estímulo monetario y fiscal, a fin de mantener bien controladas las perspectivas de inflación a mediano plazo.

 

2. Aumento de la Productividad: Condición Sine qua non

 

Para cumplir los ambiciosos objetivos de crecimiento fijados por el Gobierno, Chile requerirá de un crecimiento más sólido de la productividad.

 

Chile cuenta con los niveles de productividad laboral, medidos en PIB por hora trabajada, más bajos de la OCDE; por debajo de México, Polonia, Estonia y Turquía.  Para cerrar esta brecha el país necesita de políticas de competitividad más agresivas, a fin de promover la eficiencia y la innovación.

 

La reciente reforma de la Ley de Competencia es un paso importante en este sentido. Es fundamental que el Gobierno garantice una implementación eficiente.

 

Reducir la burocracia legislativa para la creación de empresas y suavizar las restricciones a la entrada en los sectores de servicios tendrán igualmente un efecto muy positivo. En este sentido, la reciente reforma que acorta el plazo necesario para abrir una empresa, de 27 a 16 días, constituye un avance crucial.


3. Mayor Participación de la Mujer

 

En tercer lugar, Chile tiene mucho que ganar mejorando la participación de la mujer en el mercado laboral. La tasa de actividad femenina sigue muy por debajo de la media de la OCDE: en 2009, sólo el 47% de mujeres en Chile tenían un empleo, frente al 62% en la zona OCDE.

 

Hay que reconocer que se están dando pasos importantes en este sentido. El Gobierno chileno, por ejemplo, ha tomado decisiones relevantes para mejorar el suministro de servicios de cuidado de los niños y ampliar el período de licencia por maternidad. Este tipo de medidas, que ya han probado su eficacia en otros países de la OCDE, pueden fomentar la incorporación de más mujeres al mercado de trabajo.

 

Sin embargo, para atacar realmente las raíces de la baja participación femenina en la población activa, el Gobierno deberá invertir más en servicios de guardería y atender las elevadas indemnizaciones por despido.

 

4. Educación de Calidad para Todos

 

En cuarto lugar, Chile debe centrarse en el desarrollo de una población activa bien educada y altamente calificada. Sólo entonces será posible un mayor crecimiento de la productividad. Chile ha logrado avances impresionantes en la promoción de la educación superior en las dos últimas décadas. El reto ahora consiste en asegurar que todos los niños tengan acceso a una educación de alta calidad.

 

El Gobierno chileno está realizando importantes esfuerzos para atraer candidatos altamente calificados hacia la profesión docente, a través de becas para los estudiantes con buenas calificaciones y el establecimiento de mejores salarios para los mejores maestros.

 

Nuestra experiencia en la OCDE sugiere que éste es el camino correcto. El éxito de los sistemas escolares como los de Finlandia o Corea tiene características muy diversas. Pero todos tienen en común un elemento clave: la profesión docente es muy apreciada y los futuros maestros suelen estar entre los mejores estudiantes.

 

Los avances en estos y otros campos incluidos en el estudio le permitirán a Chile seguir avanzando con determinación en el combate a la pobreza y la eliminación de las desigualdades, dos de los desafíos más grandes a los que aún se enfrenta este país. Permítanme concluir con unas palabras sobre este tema.

 

Reducir las Desigualdades: Educación + Política Social

 

Si bien los niveles de pobreza en Chile han disminuido considerablemente en los últimos años, la desigualdad sigue siendo omnipresente. Con un coeficiente de Gini cercano al 0.5, el grado de desigualdad en el ingreso disponible de los hogares en Chile es el más alto entre los países de la OCDE.

 

El aumento de las prestaciones en metálico a través del nuevo Ingreso Ético Familiar, (IEF) puede representar una importante contribución para revertir esa tendencia. La experiencia de la OCDE con respecto a los beneficios y los retos de los programas de transferencias condicionadas puede ser muy útil para Chile al momento de establecer e implementar este programa.

 

Pero, al mismo tiempo, para reducir la desigualdad de ingresos se requiere una mejor integración de los pobres al mercado laboral. Las tasas de empleo en el 10% de los hogares más pobres siguen siendo inaceptablemente bajas: sólo el 30% está empleado, en comparación con el 70% de empleo entre el 10% de los hogares más ricos.

 

Los requerimientos de formación y de búsqueda de empleo que introducirá un Ingreso Ético Familiar pueden representar una herramienta importante para incorporar a los pobres al empleo. Pero tendrá que estar respaldado por sólidos servicios públicos de empleo. También en este ámbito Chile puede aprender mucho de las experiencias de la OCDE.

 

Por último, resulta fundamental corregir las desigualdades en la educación. En Chile, los resultados de la educación, medidos según la evaluación académica de PISA, dependen en gran medida del nivel socio-económico de los niños. Tomar medidas que ofrezcan a los niños pobres mayor acceso a una educación de calidad podría cambiar significativamente ese panorama.

 

En los últimos años, Chile ha desarrollado políticas muy interesantes para hacer frente a este desafío, como el incremento del bono de subsidio para los niños pobres. Es un acierto dedicar más dinero a este importante proyecto.

 

La experiencia de la OCDE también muestra que la atención a la primera infancia y la educación pueden ser herramientas particularmente eficaces para salir de los ciclos de la desigualdad entre generaciones. Después de la rápida expansión del número de plazas de guardería y jardines de infancia en los últimos años, será muy importante para Chile asegurar altos niveles de calidad en esta educación inicial.

 

Señoras y Señores:

 

Yo no “tengo mi cerebro forjado en lenguas de profeta”, como diría el gran Huidobro en su poema Altazor. Pero sí vislumbro un futuro luminoso para Chile. Este país ya cuenta con "buenas prácticas" en muchos ámbitos de su política pública. Pero que esto no nos lleve a dormirnos en los laureles. Hay otros campos importantes ─ como la igualdad de oportunidades, el acceso a la educación, la participación femenina en la población activa o el fortalecimiento de la productividad ─ en los que Chile debe mejorar. La experiencia de la OCDE puede ayudarlo.

 

El objetivo de esta publicación, “Mejores Políticas para el Desarrollo: Perspectivas OCDE sobre Chile”, es aprovechar esta experiencia acumulada para ayudar a fortalecer el crecimiento de este país y ayudar a potenciar el desarrollo sostenible en beneficio de todos los chilenos.

 

Estoy seguro que nuestro trabajo conjunto en este estudio, así como el que emprenderemos de aquí en adelante, seguirán reforzando nuestra asociación. Como dijo una vez Henry Ford: "Reunirse es comenzar, permanecer juntos es progresar y trabajar juntos es triunfar."

 

Continuemos por ese camino y sigamos trabajando juntos para lograr "mejores políticas para mejores vidas".

 

Muchas gracias.

 

 

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