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Se requieren condiciones de comercio agrícola previsibles para afrontar los retos de seguridad alimentaria en el mundo, dice el informe anual OCDE-FAO Perspectivas Agrícolas

 

03/07/2018.- La producción agrícola mundial crece de manera estable en casi todos los productos básicos; en 2017 alcanzó niveles sin precedentes en la mayoría de los cereales, tipos de carnes, productos lácteos y pescado, en tanto que los niveles de existencias de los cereales ascendieron a máximos históricos. Así se da a conocer en el informe publicado anualmente por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). En la publicación se destaca que el comercio agrícola desempeña un papel fundamental en el fomento de la seguridad alimentaria y que es necesario contar con un entorno favorable de políticas comerciales.

En el OECD-FAO Agricultural Outlook 2018-2027 (Perspectivas Agrícolas 2018-2027) se contempla el debilitamiento del crecimiento de la demanda mundial de productos básicos agrícolas y de alimentos, y a la vez se anticipan mejoras continuas de la productividad en el sector. Como resultado, se espera que los precios de los principales productos básicos agrícolas permanezcan bajos en la década siguiente. El informe, presentado en París por el Secretario General de la OCDE, Angel Gurría, y por el Director General de la FAO, José Graziano da Silva, atribuye la desaceleración de la demanda a la disminución del crecimiento de esta en las principales economías emergentes, al estancamiento del consumo per cápita de los alimentos básicos y a una mayor reducción gradual de las tasas de crecimiento demográfico en el mundo.

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En las Perspectivas Agrícolas se proyecta que la producción agrícola y pesquera mundial se incrementará cerca de 20% durante la próxima década, pero con una considerable variación entre las diferentes regiones. Se espera un fuerte crecimiento en las regiones en desarrollo con crecimiento demográfico más rápido, entre ellas África Subsahariana, el Sudeste Asiático y Asia del Sur, y el Medio Oriente y África del Norte. En cambio, se prevé que el crecimiento de la producción será mucho menor en los países desarrollados, en especial en Europa Occidental.

También se pronostica que el debilitamiento de la demanda mundial persistirá durante la próxima década, menguado por la baja del crecimiento demográfico, los niveles estables de consumo per cápita de alimentos básicos y el menor crecimiento de la demanda de productos cárnicos. Este último fenómeno frenará a su vez la demanda de cereales y de harina proteica utilizados como forraje.

Con la desaceleración del crecimiento del consumo y la producción, se proyecta que el comercio agrícola y de pescado crecerá a cerca de la mitad de la tasa de la década anterior. Se espera que aumenten las exportaciones netas provenientes de países y regiones con tierras abundantes, en particular de América. En los países con alto crecimiento demográfico, sobre todo los del Medio Oriente y África del Norte, África Subsahariana y Asia, se incrementarán las importaciones netas.

“Si bien se espera que las exportaciones mundiales de países y regiones con tierras abundantes se incrementen, muchos países pobres con un número creciente de habitantes y recursos de tierra limitados dependerán cada vez más de las importaciones de alimentos para nutrir a su población”, dijo el Secretario General de la OCDE, Angel Gurría. “Será esencial que tanto los exportadores como los importadores tengan acceso a un entorno de política comercial abierto y previsible.” 

“La Revolución Verde del siglo pasado aumentó en gran medida la capacidad del mundo de autoalimentarse, pero ahora necesitamos una revolución de sostenibilidad”, comentó el Director General de la FAO, José Graziano da Silva. “Ello incluye superar los sistemas agrícolas de altos insumos y uso intensivo de recursos que representan un alto costo para el medio ambiente. Los suelos, los bosques, el agua, la calidad del aire y la biodiversidad siguen degradándose. Es necesario que adoptemos sistemas alimentarios sostenibles y productivos que ofrezcan alimentos saludables y nutritivos, y a la vez conserven el medio ambiente y la biodiversidad.”

Se espera que la demanda de cereales y aceite vegetal para producir biocombustibles permanezca sin grandes cambios durante el periodo de la proyección, a diferencia de la década pasada, cuando el aumento de los biocombustibles dio paso a una demanda adicional de cereales de más de 120 millones de toneladas, principalmente maíz. Dado que es poco probable que las políticas en vigor en los países desarrollados sostengan el aumento de los biocombustibles, la mayor parte del crecimiento de la demanda provendrá de los países en desarrollo que han implementado políticas públicas que propician el uso de biocombustibles. En particular se espera que se incremente el uso de la caña de azúcar para la producción de biocombustibles.

La edición de este año de las Perspectivas Agrícolas incluye un capítulo especial sobre el Medio Oriente y África del Norte (MENA), región que afronta de manera simultánea problemas de inseguridad alimentaria, una creciente desnutrición y gestión de recursos naturales limitados. La desnutrición se concentra en países asolados por conflictos bélicos e inestabilidad política. En otros países de la región, la demanda alimentaria se incrementa con rapidez, debido sobre todo al crecimiento demográfico. Los muy altos niveles de consumo de trigo, junto con el continuo incremento del consumo de azúcar y grasas, están provocando una alarmante proliferación de sobrepeso y obesidad en la región.

Si bien se espera que la producción agrícola y pesquera de la región aumentará 1.5% al año, se verá cada vez más amenazada por el carácter limitado de los recursos de tierra e hídricos, así como por el esperado impacto de eventos más frecuentes relacionados con un clima extremoso. Como resultado, la dependencia de las importaciones seguirá siendo alta en la mayoría de los productos básicos. En las Perspectivas se recomienda que los países de la región reorienten sus políticas públicas, cambiando de apoyar la producción de cereales que requiere mucha agua, a apoyar más el desarrollo rural, la reducción de la pobreza y el cultivo de productos hortícolas de mayor valor.

El OECD-FAO Agricultural Outlook 2018-2027 está disponible para lectura gratuitamente en la OECD iLibrary. También puede acceder a los indicadores en nuestra herramienta interactiva Compare Your Country o descargar los datos sin procesar en www.agri-outlook.org

Para obtener más información, se invita a los periodistas a comunicarse con el jefe de OECD Media Lawrence Speer (+33 1 45 24 79 70) o con la OECD Media Division (+33 1 45 24 97 00) o con el jefe de Comunicación de la FAO Christopher Emsden (+39 06 570 53291).

Trabajando con más de 100 países, la OCDE es un foro de política global que promueve políticas para mejorar el bienestar económico y social de los habitantes de todo el mundo. 

 

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