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Resumen de medidas de la OCDE para que los gobiernos enfrenten el alto costo del consumo peligroso de alcohol

 

12/05/2015 - El consumo nocivo de bebidas alcohólicas está aumentando entre los jóvenes y las mujeres en muchos países de la OCDE; esto se debe en parte a que hay una mayor disponibilidad de bebidas alcohólicas, a precios más asequibles y a una publicidad más eficaz, según un nuevo informe de la OCDE.

Tackling Harmful Alcohol Use: Economics and Public Health Policy (Atacar el consumo nocivo del alcohol: economía y política de salud pública) señala que los gobiernos que buscan resolver el problema de la ebriedad y de otros tipos de consumo de alcohol pueden utilizar un conjunto de políticas que han demostrado ser eficaces; eso incluye apoyo psicológico a los bebedores empedernidos, incrementar los precios, aumentar la regulación sobre el marketing de bebidas alcohólicas y un cumplimiento más estricto de las leyes que limitan la conducción bajo los efectos del alcohol.

“El costo para la sociedad y para la economía por el consumo excesivo de alcohol en todo el mundo es cuantioso, sobre todo en los países de la OCDE”, señaló Angel Gurría, Secretario General de la OCDE, al presentar el informe en París. “Este informe ofrece pruebas claras de que incluso las políticas caras para prevenir el consumo de alcohol son rentables a largo plazo, y subraya la necesidad de que los gobiernos actúen con urgencia.” (Lee el discurso completo ó ve la conferencia de prensa)

En la actualidad, el consumo de bebidas alcohólicas en los países de la OCDE se calcula en un promedio de aproximadamente 10 litros de alcohol puro per cápita anual, lo que equivale a más de 100 botellas de vino. En las dos últimas décadas este nivel disminuyó un poco en general, pero ha aumentado en Finlandia, Islandia, Israel, Noruega, Polonia y Suecia. El consumo también se ha incrementado en forma considerable en la Federación Rusa, Brasil, la India y China; aunque a partir de niveles bajos, en los dos últimos países.

La mayor parte del alcohol es consumido por el 20% de la población, que corresponde a los bebedores empedernidos. El problema es especialmente grave entre los jóvenes quienes, junto con las mujeres y las minorías étnicas, son los mercados objetivos del marketing y las promociones. Además, el porcentaje de menores de 15 años que beben ha subido de golpe durante la última década; del 30% al 43% para los niños, y del 26% al 41% entre las niñas.

En general, las personas con mejor educación y más adineradas tienen más probabilidades de tomar bebidas alcohólicas que otras. Pero es más probable que los hombres con menos educación caigan en el consumo excesivo de bebidas alcohólicas; mientras que lo contrario es válido para las mujeres, donde las que tienen un mejor nivel educativo son más propensas a beber en exceso.

No obstante, el consumo excesivo de alcohol está clasificado como una de las principales causas de muerte y discapacidad, mata a más personas en todo el mundo que el VIH/SIDA, la violencia y la tuberculosis juntas. Entre 1990 y 2010, el consumo nocivo del alcohol pasó del octavo al quinto lugar como principal causa de muerte y discapacidad en todo el mundo.

Cuatro de cada cinco personas se beneficiarían al beber una unidad menos por semana; eso equivale a eliminar una copa pequeña de vino o una medida individual de bebidas alcohólicas de alta graduación, señala el informe. Un análisis del efecto de las políticas de prevención contra el consumo de alcohol en Canadá, la República Checa y Alemania revela que tomar medidas al respecto puede reducir las tasas de consumo excesivo y de adicción crónica al alcohol del 5% al 10%.

Las políticas deben centrarse en primer lugar en los bebedores empedernidos: los médicos de atención primaria que identifiquen el abuso de alcohol pueden persuadir a los pacientes para que empiecen a tratar el problema, así como una aplicación más rigurosa de las leyes que limitan la conducción bajo los efectos del alcohol para reducir las víctimas por accidentes de tránsito.

Pero se necesitan mecanismos más amplios para complementar las medidas que se centran en los bebedores empedernidos; por ejemplo, aumentar los costos a través de mayores impuestos, o fijar precios mínimos a las bebidas alcohólicas más baratas. También ayudaría una regulación más estricta de la publicidad de bebidas alcohólicas e invertir más para educar a los jóvenes sobre los peligros que implica el consumo nocivo del alcohol. Las iniciativas promovidas por la industria alcoholera también pueden influir aunque se necesita más evidencia independiente de sus efectos.

Las notas de país están disponibles para: Australia, Canadá (InglésFrancés), República ChecaFinlandia, Francia (FrancésInglés), Alemania (AlemánInglés), Irelanda, Italia (ItalianoInglés), Japón (JapanésInglés), Corea, México (EspañolInglés), España (EspañolInglés), SuizaReino Unido y USA.

Consulta el reporte completo aquí: http://www.oecd.org/health/tackling-harmful-alcohol-use-9789264181069-en.htm

Para obtener una copia del informe, mayor información o comentarios, los periodistas pueden comunicarse con OECD Media Division (tel. + 33 1 45 24 97 00).

 

 

 

 

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