Share

Inauguración de la Exposición de los 50 años de la OCDE en Chile

 

Palabras de Angel Gurría,
Secretario General
OCDE

 

Santiago de Chile, 04 de abril del 2011

 

Estimados amigos y distinguidos invitados:


Es para mí un gusto inaugurar la Exposición de los 50 Años de la OCDE, que comienza aquí su andadura por diferentes lugares del país.


A lo largo de 2011, la OCDE está celebrando y celebrará su 50vo aniversario. Ya hemos realizado eventos conmemorativos en varios de los países de la Organización. Pero es particularmente significativo que también celebremos este aniversario en nuevos miembros como Chile, cuyo reciente acceso confirma que pese al paso de los años la OCDE tiene plena relevancia en un mundo radicalmente distinto al de 1961.


La exposición que hoy inauguramos, y que posteriormente será exhibida en distintos ministerios, universidades y espacios públicos de todo el país, presenta una descripción del trabajo de la OCDE en 27 áreas. Ofrece un recorrido por los principales logros y contribuciones de la Organización a lo largo de estos 50 años en terrenos que van desde la salud, la educación y el medio ambiente hasta el gobierno corporativo, el combate contra la corrupción y el fomento de la regulación y la competencia económicas.


La OCDE fue fundada en 1961, a partir de la Organización para la Cooperación Económica Europea, cuyo fin era administrar el Plan Marshall para la reconstrucción de Europa tras la Segunda Guerra Mundial. Desde sus inicios, hasta su rol actual como “plataforma para el mejoramiento de la globalización” y la construcción de una economía global más fuerte, más limpia y más justa, la OCDE se ha dedicado a identificar, diseñar y promover las mejores políticas para lograr mejores vidas.


En una economía global las políticas públicas nacionales requieren estar sustentadas en marcos legales apropiados y nivelados entre sí para poder cumplir con sus objetivos. Consciente de esta necesidad, la OCDE ha desarrollado muchos de estos marcos y herramientas multilaterales en un número creciente de áreas.


Uno de ellos es por ejemplo el Modelo de Convención Tributaria de la OCDE. Este instrumento ha servido para emparejar el terreno de juego en la economía mundial, proporcionando un marco para establecer acuerdos bilaterales entre países que eviten la doble tributación. Hoy existen más de 1,500 tratados en el mundo basados en la convención; sólo 350 de estos tratados son entre países miembros de la OCDE.


El Modelo de Convención Tributaria es un referente no solo por su amplio uso, sino porque además epitomiza lo que hace única a la OCDE: su uso es voluntario. Se trata de un modelo de acuerdo tributario, pero los países pueden decidir de forma individual si lo desean utilizar o no.


Otro referente fundamental de la OCDE es la Convención contra el Soborno, firmada en 1997. Se trata de un instrumento clave en la promoción de mercados abiertos y competencia justa, pues establece como un delito el soborno de funcionarios públicos extranjeros por parte de empresas multinacionales; una práctica que incluso en muchos países se podía considerar deducible de impuestos.  Hoy son países firmantes de la convención los 34 miembros de la OCDE, así como otros 4 países no miembros, y su principio rector ha sido incorporado en la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción (UNCAC).


Los instrumentos de la OCDE no se limitan al ámbito de los gobiernos. Por ejemplo, los Principios sobre Gobierno Corporativo y las Guías para Empresas Multinacionales proveen una serie de principios voluntarios estableciendo estándares sobre el gobierno corporativo y sobre el comportamiento adecuado de las empresas en ámbitos como el empleo, la competencia, la tributación, las relaciones industriales y el combate al soborno.


Estos son sólo algunos ejemplos de un universo mucho más amplio de instrumentos internacionales que se han establecido a lo largo de estos 50 años. Todos ellos demuestran la capacidad de la OCDE para promover una cooperación multilateral que permita construir una economía global más harmoniosa y convergente. Trabajamos arduamente para asegurar la relevancia de estos instrumentos a través del tiempo y adaptarlos a una realidad que cambia vertiginosamente.


Además de construir este tipo de instrumentos internacionales, la OCDE provee un foro para la reflexión y el debate técnico en el que los países miembros pueden compartir experiencias de gobierno, buenas y malas, sobre todos y cada uno de los temas desarrollados en esta exposición.


Esa es otra de las características que hacen de esta Organización única: el diálogo basado en análisis objetivos y comparaciones internacionales  que permiten construir un acervo común de mejores prácticas.
En este ámbito entran herramientas como la prueba PISA, aplicada por primera vez en el año 2000 y en cuya última edición participaron de 70 países. Los resultados de esta prueba han permitido identificar algunas prácticas comunes en los sistemas educativos de alto desempeño que pueden ayudar a orientar las reformas educativas de países como Chile en la dirección adecuado, asegurando que el gasto en educación se traduce en mejores resultados.


Conocer dichas prácticas y dialogar entre quienes las han implementado es un insumo fundamental en el proceso de adaptación de los sistemas educativos a los requerimientos de la economía del conocimiento en la que estamos inmersos en el siglo XXI.


La OCDE también ayuda a los países a enfrentar desafíos colectivos, como el que plantea el cambio climático. La Declaración sobre Crecimiento Verde, firmada por los países miembros y asociados en nuestra reunión ministerial de 2009, sentó las bases de una Estrategia de Crecimiento Verde que será adoptada en la próxima reunión ministerial del 50 Aniversario en mayo próximo. Esperamos que las conclusiones y recomendaciones de este ejercicio contribuyan a consolidar una nueva forma de crecer, que garantice la sustentabilidad del planeta en su conjunto.


Así pues, todos los días seguimos haciendo historia en la construcción de una economía global más fuerte, más limpia y más justa.


Nos complace enormemente que Chile, un país latinoamericano innovador y líder en varios ámbitos de las políticas públicas, un país que ha dado lecciones extraordinarias al mundo con su respuesta ante el terremoto y el rescate de los mineros el año pasado, sea hoy también, constructor de la historia de la OCDE por los próximos 50 años y más.


Muchas gracias.

 

Related Documents