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El éxito del Acuerdo de paz en Colombia también recae en la integridad de sus instituciones, afirma la OCDE

 

27/10/2017.- Colombia deberá reforzar su sistema de integridad si desea que tenga éxito la implementación del acuerdo de paz, de acuerdo con un nuevo estudio de la OCDE.

El “Estudio de la OCDE sobre integridad en Colombia: Invirtiendo en la Integridad para la Paz y la Prosperidad” (“Integrity Review of Colombia: Investing in Integrity for Peace and Prosperity”) asegura que es necesario una mejor coordinación entre los niveles nacional y local; que es necesario cultivar una cultura de integridad en la administración pública; así como fomentar una rendición de cuentas más efectiva a través del control interno y el manejo de riesgos.

En particular, enfatiza la prioridad de hacer transversales las políticas de integridad en los diferentes procesos y sectores relacionados con la implementación del Acuerdo de Paz para prevenir la corrupción, promocionar la confianza y contribuir al desarrollo inclusivo y sostenible del país.

“El reto es pasar de una cultura de casos (reactiva) a una cultura de integridad (proactiva)" aseguró Luiz De Mello, Director interino de Gobernanza Pública de la OCDE durante la presentación del estudio en el Auditorio de la Función Pública en Bogotá, Colombia.

La implementación del Acuerdo de Paz de Colombia requerirá de importantes inversiones financieras, involucrará a muchos actores y tomará lugar en áreas con escasa capacidad del Estado. Una falta de integridad en este proceso podría, no sólo poner en peligro su efectividad, sino además llevar a un nuevo conflicto y al afianzamiento de actores criminales. El Acuerdo de Paz reconoce este riesgo y exige transparencia y supervisión ciudadana, pero el sistema de integridad colombiano enfrentará desafíos significativos en los próximos años.

Entre las medidas recomentadas por la OCDE están:

•   Mejorar la coordinación entre la Comisión Nacional de Moralización (CNM) y el Consejo Interinstitucional del Posconflicto (CIP).

•   Priorizar y atender denuncias de corrupción relacionadas con la puesta en práctica del Acuerdo de Paz.

•   Usar el Mapa de Riesgos de corrupción para el posconflicto como insumo para un Plan de acción concretopara mitigar estos riesgos.

•   Asegurar que el Fondo Colombia en Paz y los fondos fiduciarios tengan integridad como eje transversal.

•   Fortalecer la capacidad de gestión y promover la integridad en la administración pública. Por ejemplo, el DAFP (Departamento Administrativo de la Función Pública) debería seguir con lo avances significativos en el fortalecimiento del control interno y de la auditoría, enfocando los esfuerzos en sectores específicos de políticas, por ejemplo en el sector de la salud o sectores claves para la respaldar la paz, así como en gobiernos locales en zonas que se han visto afectadas por el conflicto, como lo exige el Acuerdo de Paz.

Nota para los editores:

La OCDE, con sede en París, es una organización internacional que promueve políticas que mejoran el bienestar económico y social de las personas en todo el mundo. Proporciona un foro en el que los gobiernos pueden colaborar compartiendo experiencias y buscando soluciones a los desafíos económicos, sociales y de gobernanza a los que se enfrentan.

Los 35 miembros de la OCDE son: Alemania, Australia, Austria, Bélgica, Canadá, Chile, Corea, Dinamarca, Eslovenia, España, Estados Unidos de América, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría, Irlanda, Islandia, Israel, Italia, Japón, Letonia, Luxemburgo, México, Nueva Zelanda, Noruega, Países Bajos, Polonia, Portugal, Reino Unido, República Checa, República Eslovaca, Suecia, Suiza y Turquía.

Tres países —Colombia, Costa Rica y Lituania— han sido formalmente invitados a ser miembros de la Organización y actualmente se hallan en proceso de adhesión.

Puede obtenerse información adicional sobre la colaboración de la OCDE con Colombia aquí.

 

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