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El cambiante mundo laboral requiere una nueva estrategia de empleo, dice la OCDE

 

04/12/2018 - Según la nueva Estrategia de Empleo de la OCDE, los gobiernos necesitan empeñarse cada vez más en ayudar a los trabajadores y a las empresas a adaptarse al mundo laboral, que vive un proceso de cambio acelerado, y en impulsar el crecimiento incluyente.

Nuevas evidencias incluidas en el informe revelan que los países que promueven la cantidad, la calidad y la inclusión del empleo —como Dinamarca, Islandia, Noruega y Suecia— tienen un mejor desempeño que aquellos que prestan atención predominante a la flexibilidad del mercado. Si bien la flexibilidad y la adaptabilidad son esenciales para estimular la generación de empleos de alta calidad en un entorno cada vez más dinámico, es imprescindible que las ganancias y los costos se compartan equitativamente entre empresas y trabajadores, afirma la OCDE. 

“Los países deben redoblar esfuerzos para adaptar las políticas públicas y las instituciones a los retos de un mundo laboral rápidamente cambiante”, dijo el Secretario General de la OCDE, Angel Gurría, al presentar en París la Estrategia junto con la Ministra del Trabajo de Francia, Muriel Pénicaud. “Los avances tecnológicos, la globalización y el cambio demográfico están creando muchas nuevas oportunidades, pero no para todos; es recomendable que los responsables de formular políticas públicas se centren en ayudar a quienes corren el riesgo de quedar rezagados, al implementar políticas educativas y de formación, laborales y sociales bien focalizadas, como parte de estrategias de empleo incluyentes para contribuir a que toda la población salga adelante.”   

En tanto que en la década de 1990 la Estrategia de Empleo de la OCDE hacía hincapié en la flexibilidad laboral como respuesta al desempleo generalizado y en la década de 2000 promovió diferentes mezclas de política pública para fomentar el empleo para todos, la nueva Estrategia de Empleo de la Organización proporciona un marco integral de política para impulsar no sólo más sino mejores empleos, así como un mercado laboral más incluyente y resiliente. Esto será cada vez más importante en vista de la transformación digital y el rápido cambio tecnológico que experimentan nuestras economías y sociedades. El análisis más reciente de la OCDE sugiere que casi la mitad de todos los empleos corren un alto riesgo de automatización o son susceptibles a sufrir cambios significativos.

De acuerdo con la nueva Estrategia de Empleo de la OCDE, se requiere cambiar de las políticas correctivas a políticas preventivas, las cuales impulsarían la eficiencia y la equidad al mismo tiempo. Es posible combinar reglas de fijación de salarios y el sistema tributario y de prestaciones para hacer que el trabajo brinde compensaciones y proteja a los trabajadores más que a los empleos.

Los países necesitan invertir en un sistema de educación y formación eficaz, que dote a los trabajadores de las competencias requeridas por los empleadores y ofrezca oportunidades e incentivos para educarse y formarse durante toda su vida laboral. Las alianzas sociales también tienen una función clave en el fomento de la inclusión, la protección de los trabajadores y la conformación de sistemas eficaces de negociación colectiva.

La Estrategia pone énfasis en el incremento de varias formas de trabajo flexible, incluidos los empleos temporales y el autoempleo. Si bien actualmente representa solo un pequeño porcentaje del empleo, el empleo esporádico o “gig” va también en aumento y puede expandirse de manera importante en el futuro cercano. Los gobiernos afrontan el reto de acompañar la innovación en la creación y el uso de mecanismos de empleo flexible, y a la vez evitar el abuso, creando un entorno de igualdad de condiciones entre las empresas y brindando apoyo adecuado a todos los trabajadores.

Dada la probabilidad de que las formas flexibles de trabajo aumenten, es necesario que los gobiernos garanticen que todos los habitantes tengan acceso a la protección social y estén cubiertos por regulaciones laborales básicas, independientes del tipo de contrato o empleo en cuestión. La protección social puede resultar más eficaz al ampliar la cobertura y adaptar o crear planes específicos, congruentes con el principio de un nivel mínimo de protección social universal, y a la vez promover la portabilidad de los beneficios.  

También es preciso fortalecer la igualdad de oportunidades, de modo que la condición socioeconómica no se convierta en el factor determinante clave del éxito en el mercado laboral, incluso mediante intervenciones focalizadas durante los años (pre)escolares y en la transición de la escuela al trabajo. 

Las condiciones laborales deberán adaptarse para facilitar que las personas combinen el trabajo, la atención y las responsabilidades sociales. Esto aumentará la participación en la fuerza laboral de hombres y mujeres a la vez, reducirá las brechas de género y disminuirá el riesgo de pobreza y exclusión. 

De acuerdo con la nueva Estrategia de Empleo, es esencial generar apoyo público para las reformas. Para conseguirlo se requiere obtener el mandato correspondiente, establecer una comunicación eficaz y emprender reformas complementarias para mitigar los costos a largo plazo. Una vez que las reformas se aprueben, deberán implantarse plenamente, aplicarse con eficacia y evaluarse con rigor. 

Consulte: http://www.oecd.org/employment/good-jobs-for-all-in-a-changing-world-of-work-9789264308817-en.htm, donde encontrará mayores detalles,  incluidas notas de país.

Para obtener mayor información, se invita a los periodistas a comunicarse con Stefano Scarpetta, Director de Empleo, Trabajo y Asuntos Sociales de la OCDE (tel. + 33 1 45 24 19 88) o con la OECD Media Office (tel. + 33 1 45 24 97 00).

Trabajando con más de 100 países, la OCDE es un foro de política global que promueve políticas para mejorar el bienestar económico y social de los habitantes de todo el mundo. 

 

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