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El futuro de la alimentación y la agricultura

El futuro de la alimentación y la agricultura

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¿Cómo evolucionará el sistema mundial de alimentos, agricultura y pesca en las próximas décadas? Mucho dependerá de las políticas gubernamentales.

Los mercados de productos básicos se mantendrán fuertes a mediano plazo, dados los supuestos macroeconómicos actuales

El estudio de perspectivas agrícolas de la OCDE-FAO proyecta que la demanda de alimentos, productos agrícolas y productos pesqueros continuarán creciendo durante la próxima década. Sin embargo, el crecimiento tendrá un ritmo más lento que en el pasado reciente, cuando el crecimiento excepcionalmente fuerte de China y la expansión de los biocombustibles, en gran parte inducida por las políticas, estimularon la demanda. La principal excepción a esta desaceleración en el crecimiento de la demanda son los productos lácteos frescos, ya que se espera que el ingreso y el crecimiento de la población en la India conduzcan a un fuerte aumento en el consumo. A pesar de un crecimiento más lento, la demanda adicional para la mayoría de los productos básicos seguirá siendo considerable, y la mayor parte de la demanda adicional provendrá de China, la India y el África subsahariana.

El comercio de alimentos aumentará y contribuirá a construir la seguridad alimentaria mundial, asumiendo las políticas actuales

Debido a las diferencias geográficas, climáticas y de densidad de población, algunas partes del mundo son más adecuadas para producir alimentos y productos agrícolas y pesqueros que otras. En las últimas décadas, el comercio internacional entre regiones se ha intensificado. Los países de América del Norte y del Sur, en particular, se han convertido en los principales exportadores agrícolas. Al mismo tiempo, las importaciones agrícolas han aumentado en el África subsahariana, en el Medio Oriente y el norte de África, y en el sur y el este de Asia (especialmente en China). Se espera que estas tendencias continúen en los próximos años, lo que subraya la creciente importancia del comercio internacional para la seguridad alimentaria mundial.

Desarrollos tecnológicos, y la digitalización en particular, están evolucionando rápidamente

En todo el mundo, los países se encuentran en varias etapas de evolución de economías físicas (principalmente), a economías de servicios, a economías digitales y, potencialmente, a la "economía única", donde datos estarán generalizados en todas las actividades económicas y la sociedad. En la actualidad, gran parte de la atención internacional se centra en cómo aprovechar mejor las enormes oportunidades asociadas con la digitalización, mientras se evitan amenazas potenciales en trabajos específicos y países, regiones, sectores e individuos que no pueden invertir y beneficiarse de la digitalización.

El sector de la alimentación, agricultura y pesca tendrá que ubicarse dentro de este marco más amplio, para garantizar la coherencia en todos los ámbitos políticos a nivel nacional y para evitar la fragmentación de las políticas a nivel internacional. Esto requerirá un mayor nivel de cooperación internacional del que se tiene hoy en día. En varios países, también se requerirán mayores inversiones y colaboración público-privada en infraestructura digital y su respectiva educación y capacitación, de las que existen en la actualidad.

Por supuesto, la investigación y el desarrollo tradicionales siguen siendo una prioridad y mucho más podría hacerse tanto en el sector privado como en el público. La reproducción de plantas y animales para mejorar la productividad y resiliencia a los eventos climáticos, el desarrollo de productos químicos para la protección de plantas que sean menos perjudiciales al medio ambiente y la mejora de fertilizantes, se encuentran entre las áreas prioritarias para una agricultura más sostenible.

El crecimiento de la productividad, el uso sostenible de los recursos y el cambio climático requieren atención urgente

La producción mundial de alimentos, agricultura y pesca está en camino de satisfacer la creciente demanda mundial. La capacidad del sector para responder incluso a aumentos inesperados de la demanda sigue siendo fuerte, tanto en las regiones desarrolladas como en vías de desarrollo. El aumento más reciente en los precios de productos básicos, en 2007-08, por ejemplo, provocó una respuesta de suministro inmediata que satisfizo a los mercados y repuso las existencias rápidamente.

Los países pueden hacer más para redirigir algunos de los apoyos dedicados al sector hacía apoyos a la investigación y el desarrollo (para promover nuevas tecnologías) y a la transferencia de tecnología y servicios de extensión (para aumentar la adopción, tecnologías adecuadas y las mejores prácticas disponibles). El argumento económico para hacerlo es claro, ya que los beneficios, bien documentados, de la investigación y desarrollo son enormes.

Los países también pueden hacer mucho más para abrir mercados, permitiendo que los bienes fluyan de manera más fácil y predecible desde donde se producen mejor de forma sostenible hasta donde se consumen. Si bien las restricciones fronterizas son significativas, las medidas no arancelarias (MNAs) son particularmente importantes en el sector alimentario, agrícola y pesquero. Aun cuando las MNAs a menudo facilitan el comercio, las medidas mal diseñadas pueden imponer costos innecesarios a los comerciantes.

Un desafío clave es si el crecimiento continuo de la producción se puede lograr de manera sostenible. La agricultura tiene una huella ambiental considerable, ya que es el mayor usuario de los recursos de tierra y agua del mundo y una importante fuente de emisiones de gases de efecto invernadero. Las poblaciones de peces se encuentran bajo la creciente presión de la sobrepesca, mientras que la acuicultura plantea preocupaciones sobre la degradación de los ecosistemas. De acuerdo con la configuración de políticas actuales, se puede esperar que el sector de alimentos, agricultura y pesca continúe teniendo un bajo desempeño con respecto a los objetivos de sostenibilidad, clima y resiliencia expresados por los gobiernos.

Mucho depende de las políticas ...

Los gobiernos tienen la oportunidad de comenzar a revertir políticas ineficaces que, en muchos casos, son simplemente legados del pasado. De esta manera, se liberarán recursos financieros escasos que se pueden dedicar a paquetes de políticas coherentes que pueden contribuir a un sector productivo, sostenible y resiliente. La receta diferirá según los países, pero los ingredientes básicos son prácticamente los mismos.

  • Eliminar los incentivos a las políticas existentes para aumentar la productividad, sostenibilidad y resiliencia. Reducir y eventualmente eliminar el apoyo gubernamental directamente vinculado a la producción y al uso de los insumos. Esto permitiría a los mercados nacionales e internacionales funcionar mejor, desincentivar el uso excesivo de insumos que pueden dañar el medio ambiente y hacer que los fondos públicos limitados estén disponibles para nuevas inversiones que puedan permitir una mayor productividad, sostenibilidad y resiliencia.
  • Redirigir los subsidios al sector alimentario, agrícola y pesquero para garantizar la disponibilidad de servicios públicos que beneficien a los productores, consumidores y a la sociedad en general. Esto puede incluir sistemas efectivos de salud humana, animal y vegetal, esfuerzos apropiados de bioseguridad basados en la ciencia, sistemas de innovación agrícola que funcionen correctamente, e infraestructura digital, entre otros.
  • Fomentar la colaboración en la generación y transferencia de conocimiento con actores públicos y privados, a nivel nacional, regional e internacional. La inversión pública en investigación, incluidos los esfuerzos para que los resultados de la investigación lleguen a los agricultores, puede hacer mucho para garantizar que el sector tenga la capacidad de responder a las necesidades y desafíos en evolución. Las nuevas tecnologías de la información y la comunicación también ofrecen un gran potencial sin explotar para mejorar la productividad, la sostenibilidad y resiliencia de las explotaciones agropecuarias.
  • Aprovechar la gama completa de instrumentos económicos, incluida la información, educación, regulación, pagos e impuestos, en pos de objetivos ambientales y de cambio climático. Donde el conocimiento es inadecuado, se deben desarrollar datos e indicadores relevantes. Buenas políticas requieren una base de información sólida sobre los resultados ambientales de las prácticas alternativas de producción agrícola y sus vínculos con los incentivos de políticas.
  • Delimitar las políticas de gestión de riesgos definiendo claramente las fronteras entre los riesgos normales de los negocios agrícolas, los riesgos para los cuales se pueden desarrollar soluciones de mercado y los riesgos catastróficos que requieren la participación del gobierno. Al hacerlo, se habilita la intervención pública predefinida, cuando se requiere, al tiempo que se envían señales claras a los agricultores y otros agentes privados para desarrollar herramientas de gestión de riesgos basadas en el mercado. Los gobiernos también pueden desempeñar un papel proactivo en el suministro de información sobre riesgos de mercado y estrategias de adaptación para los agricultores y el sector privado.
  • Mejorar la comprensión de la situación financiera y de bienestar de los hogares agrícolas para diseñar medidas efectivas de apoyo a los ingresos agrícolas. A menudo faltan datos consistentes sobre el estado de ingresos y riqueza de los hogares agrícolas, para ir más más allá de los agregados y promedios que cubren la distribución de las condiciones financieras de los diferentes tipos de hogares agrícolas, en relación con los hogares no agrícolas en un país determinado.

Las implicaciones de un cambio de política son significativas. Si bien se puede esperar que los consumidores y la sociedad en general se beneficien sustancialmente, la carga del ajuste caerá más directamente en los hogares agrícolas relativamente pobres en recursos que no pueden ajustarse por sí solos. En algunos casos, será posible realizar ajustes dentro del sector, con tiempo y apoyos de transición de los gobiernos; en otros casos, el ajuste requerirá salirse del sector para obtener oportunidades de empleo más remunerativas. Se requerirán medidas de apoyo al ingreso temporal bien focalizadas y medidas en el mercado laboral para apoyar el ajuste necesario, asegurando que nadie se quede atrás.

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